Estas contrucciones simbolizan el inconsciente, nuestro auténtico yo, nuestra “esencia” que se encuentra en nuestro interior, lo que realmente somos.
Cuando queremos profundizar en nuestro propio conocimiento de “yo”, podemos llegar a soñar con laberintos, los cuales representan todos los caminos equivocados que hemos llegado a tomar a lo largo de nuestras vidas y de la búsqueda de nuestra esencia espiritual.
Si soñamos con un laberinto, probablemente estemos pasando una época de confusión y de quebraderos de cabeza, de conflictos internos y de problemas con nosotros mismos.
Asimismo, si soñamos con un laberinto y conseguimos escapar de él, esto significa que muy pronto vamos a conseguir escapar de esos problemas que tenemos, que seremos capaces de resolverlos y que alcanzaremos paz y sosiego.
Soñar con estas construcciones es algo muy normal en determinados momentos de la vida. Por ejemplo, este tipo de sueños suelen tenerlos las personas homosexuales que todavía no han tomado la decisión de contar al mundo su orientación sexual. En el momento en que se sienten cómodos con ellos mismos, esos sueños (que suelen ser recurrentes) desaparecen.
Cuentos y otras interpretaciones
También es muy común relacionar el laberinto con el cuento de Alicia en el País de las Maravillas.
Otro de los sueños muy comunes que están muy relacionados con los laberintos es soñar con marearse, tener dolores de cabeza o sentirse muy desorientado (como si estuviésemos perdidos en el bosque).
En estos casos también se podría interpretar como que no se está cómodo consigo mismo y que necesitamos reflexionar seriamente sobre nuestro futuro.